¿La meditación podría reducir el dolor?

La meditación de atención plena interrumpe la comunicación entre las áreas del cerebro involucradas en el procesamiento de las sensaciones de dolor y las áreas que producen el sentido del yo. Esto dio como resultado una reducción del dolor a medida que las personas perdían la propiedad de la sensación.
En este estudio, se escaneó el cerebro de 40 participantes mientras se les aplicaba calor doloroso en la pierna. Después de experimentar una serie de estos estímulos de calor, los participantes tenían que calificar sus niveles de dolor promedio durante el experimento.
Luego, los participantes se dividieron en dos grupos. Los miembros del grupo de atención plena completaron cuatro sesiones separadas de entrenamiento de atención plena de 20 minutos. Durante estas visitas, se les indicó que se centraran en su respiración y redujeran el procesamiento autorreferencial reconociendo primero sus pensamientos, sensaciones y emociones, pero luego dejándolos ir sin juzgarlos ni reaccionar ante ellos. Los miembros del grupo de control pasaron sus cuatro sesiones escuchando un audiolibro.
El último día del estudio, se volvió a medir la actividad cerebral de ambos grupos, pero a los participantes del grupo de atención plena ahora se les indicó que meditaran durante el doloroso calor, mientras que el grupo de control descansaba con los ojos cerrados.
Los investigadores encontraron que los participantes que estaban meditando activamente reportaron una reducción del 32 por ciento en la intensidad del dolor y una reducción del 33 por ciento en la incomodidad del dolor.
Este es un hallazgo realmente importante para los millones de personas que buscan un tratamiento no farmacológico y de acción rápida para el dolor.
Cuando el equipo analizó la actividad cerebral de los participantes durante la tarea, descubrió que el alivio del dolor inducido por la atención plena estaba asociado con una sincronización reducida entre el tálamo (un área del cerebro que transmite la información sensorial entrante al resto del cerebro) y partes del modo predeterminado (una colección de áreas del cerebro más activas mientras una persona divaga o procesa sus propios pensamientos y sentimientos en comparación con el mundo exterior).
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Autores
Riegner, Gabriel; Posey, Grace; Oliva, Valeria; Jung, Youngkyoo; Mobley, William; Zeidan, Fadel.